Equipo de Cuaresma acompaña proyecto con adultos mayores de La Serena

Equipo de Cuaresma acompaña proyecto con adultos mayores de La Serena

Durante dos extensas jornadas recorriendo localidades de la costa y del interior del Valle, el equipo de Cuaresma de Fraternidad constató en terreno la tremenda labor que realizan las profesionales encargadas de ejecutar el proyecto financiado con el fondo nacional, que presta asistencia podológica y acompañamiento a los adultos mayores de la Arquidiócesis de La Serena.
Las distancias son enormes, en localidades muy apartadas y en realidades que golpean al constatar la inmensa cantidad de adultos mayores que se encuentran abandonados, enfermos y muchos de ellos postrados. De puerta en puerta, porque este proyecto llega a todo aquel que lo necesite, lo que lo hace aún más valioso, llegan Natalia Villalobos, Elizabeth Alanis y María Ossandón, hasta los hogares de aquellos adultos mayores que no tienen opción de moverse por cuenta propia, que requieren del servicio que ellas prestan, pero más aún, están necesitando compañía, ser escuchados, reírse y recibir un fuerte abrazo.

En el marco del proyecto “Recibe a Jesús, recibe al adulto mayor”, la Pastoral Social Caritas de la Arquidiócesis de La Serena realizó atenciones podológicas a los integrantes de la comunidad parroquial “Santa Rosa de Lima” de Tongoy y de la capilla “San Antonio” de Rivadavia, perteneciente a la parroquia “Ntra. Sra. del Rosario” de Diaguitas.

Natalia Villalobos, Encargada del proyecto señala: “Estamos en el segundo año de ejecución del proyecto, se trata de atención podológica para los adultos mayores, pero además busca preocuparnos de las personas que están en situación de abandono y que hoy nos necesitan y por ello salimos en su búsqueda . Trabajar con otro es crecer y más cuando se trabaja con mayores, ellos tienen mucho para enseñar, te reciben siempre con una sonrisa, con el mejor de los tratos y nos inyectan energía para seguir adelante . Este proyecto nació de la escucha de las necesidades que los mismos mayores manifestaron cuando les preguntamos qué necesitaban. Este es un servicio muy escaso y que no llega a todas partes, menos a los domicilios de los que lo necesitan y eso es lo más valorado”.

Elizabeth Alanis, la profesional que realiza el servicio de podología expresa: “Hay dos cosas que me impactan mucho cuando realizo este servicio y es ver el abandono en que se encuentra tanto adulto mayor. Ellos necesitan tanto amor y es muy triste ver cómo muchos que han tenido varios hijos se encuentran desprotegidos, solos y cuando yo llego y les entrego un servicio especialmente en lugares apartados donde muchas veces no llegan ni los médicos, el cariño con que ellos retribuyen es inmenso. Esa es la otra cosa me impacta, el tremendo cariño que recibo de vuelta, yo los escucho, converso y conozco sus historias y para ellos, muchas veces eso es lo más valioso. Yo pongo una parte de mi corazón, ellos necesitan alguien que los escuche, además yo los atiendo, reviso las enfermedades que tienen y los guío, les explico lo que tienen que hacer y eso les sirve mucho”.

María Sanhueza vive en la localidad de Rivadavia, tiene 64 años y luego de ser atendida por el equipo nos señala: “Ha sido maravilloso, increíble, es una paz muy grande porque es muy difícil que podamos encontrar hora acá y para mí ha sido fabuloso, la podóloga es excelente y ahora puedo caminar bien”

En tanto, Mónica Castillo, quien lleva a su madre de 91 años para que sea atendida por segunda vez, nos expresa: “Esta obra es muy buena, es muy difícil que vengan hasta acá. Mi mamá se siente aliviada, para los mayores es una tremenda ayuda porque muchos no pueden siquiera cortarse las uñas. Acá nos vamos avisando, corriendo la voz porque es un servicio muy necesario para todos y el alivio es tremendo. Llamo a que no se termine porque es muy necesario para todos”.

Luego de acompañar en terreno este proyecto, la Encargada Nacional del Fondo de Cuaresma de Fraternidad, Alejandra Acosta, expresa:
“Es una satisfacción inmensa el ver este proyecto que se está ejecutando en La Serena por tres mujeres que lo entregan todo, llegando a lugares muy apartados, en domicilios muy humildes de adultos mayores, muchos de ellos solos, postrados, lo que nos lleva a pensar que vale cien por ciento la pena todo este trabajo y la realización de este proyecto. El rescate de las historias de personas que tienen 90 años y más, es increíble. El escuchar y abrir el corazón, el dedicarse a ello lo valoro mucho, es el tener la paciencia, el agradecimiento, también a ellos quiénes nos cuentan sus historias y quieren compartirlas. Se van con otro rostro, iluminados y el abrazo que te regalan es impagable”.

El equipo de la Pastoral Social Caritas de La Serena continuará su recorrido y trabajo de atención podológica, reencontrándose con las personas atendidas y atendiendo a nuevas, los primeros días de septiembre en la “Capilla Santa Clara” del Sector La Florida, en la parroquia “Nuestra Señora de Lourdes” de La Serena, en la capilla “San Antonio” de Rivadavia, en Altovalsol en la sede del sector y en la Parte Alta de la cuidad de Coquimbo. Allí la esperarán las historias, sonrisas y abrazos de los adultos mayores destinatarios de este gran proyecto, fruto de los aportes de miles de chilenos durante la campaña de Cuaresma de Fraternidad.


Fuente: Comunicaciones Cuaresma


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